Seis principios básicos de la comunicación corporativa

  • Con seguridad, todas las empresas sin importar el tamaño quieren diferenciarse de la competencia, fidelizar a sus públicos, conectar con ellos y que estos asocien sus productos y servicios a sus valores. De ahí que la comunicación corporativa es el camino, y las relaciones públicas es el partner idóneo para transitarlo de manera exitosa.

Empecemos por decir que la comunicación corporativa no es un lujo, es una necesidad. Esta función es esencial para prácticamente todas las organizaciones, ya sean pequeñas o medianas, corporaciones multinacionales, organizaciones sin fines de lucro, organismos gubernamentales o cualquier otra entidad. Abarca una amplia gama de actividades, como la comunicación interna, la comunicación externa, las relaciones públicas, la comunicación de marketing, entre otras.

Hoy, en un mundo hiperconectado y altamente tecnológico, el desarrollo e implementación de una estrategia de comunicación corporativa no es un objetivo y deber único de las grandes marcas, esos tiempos quedaron atrás. Pequeñas y medianas empresas pueden y deben, permitirse externalizar la importante misión de poner su marca, su historia y sus productos, en boca de cualesquiera que sean sus públicos de interés.

Para asegurar que ejecutamos una buena estrategia de comunicación corporativa, es indispensable conocer sus principios, esos básicos que sí o sí estamos obligados a incluir dentro del plan y su implementación:

  1. Realidad y veracidad
  2. Un plan bien definido
  3. Escucha activa
  4. Bidireccionalidad
  5. Trabajo conjunto
  6. Narrativa con sentido

Realidad y veracidad
La comunicación debe surgir de lo que la empresa hace. No se pueden generar historias de la nada, así que primero hay que asegurar que se tienen cosas que contar.

Un plan bien definido
Es necesario definir una estrategia de largo plazo y no coyuntural, en la que se tenga la capacidad de planear con quién quiero hablar, para qué, qué le quiero decir y cómo.

Escucha activa
Antes de comunicar es preciso saber qué piensan de ti, cual es la percepción del público al que quieres llegar. Antes de hablar es importante escuchar, para saber lo que ocurre afuera, para poder llevar la información precisa y anticiparse a los retos.

Bidireccionalidad
Atrás quedaron los monólogos; la comunicación de hoy requiere diálogos bidireccionales, es decir, conversaciones en las que se tenga en cuenta la postura del interlocutor o público.

Trabajo conjunto
La labor de comunicar no es función y responsabilidad de un área específica, sino que la empresa en su conjunto y de forma individual, a través de los empleados y de las acciones que ellos realizan, tienen el poder de comunicar. Esto aumenta la necesidad de alinear esfuerzos para ser coherentes entre lo que se hace y lo que se comunica.

Narrativa con sentido
Hoy los mensajes no pueden estar vacíos, sino que deben generar una conexión emocional de manera que se comuniquen los valores diferenciadores de la empresa. Hay que crear historias que generen vínculos y, sobre todo, hay que saber contarlas.

¿Pero para qué comunicar?

Una buena comunicación crea reputación corporativa y la reputación genera valor. Y si consideramos que la reputación es el activo intangible más valioso para una compañía con incidencia directa en los resultados del negocio, todas las empresas deben enfocar sus esfuerzos en tener e implementar una estrategia de comunicación adecuada. Sencillo, ¿cierto?

El objetivo es formar vínculos duraderos con los públicos de interés y generar credibilidad, confianza y herramientas de convencimiento que permitan influir en la opinión pública.

El mundo cambió, nos hemos transformado tecnológicamente, los públicos están empoderados y vivimos saturados de información, y todo esto ha replanteado la manera en que las empresas se relacionan con su entorno.

Hoy por hoy los diferentes actores sociales exigen mayor participación del sector privado, y todos estos retos demandan que las empresas se sumerjan en la realidad para que no sean espectadores, sino verdaderos agentes sociales. La interacción con los ciudadanos de hoy es irrenunciable.

El papel de las relaciones públicas

Sin duda, las relaciones públicas aportan un valor significativo a las organizaciones de diversas maneras y tienen un papel vital en la comunicación corporativa. Presta atención:

Apoya en la gestión de la reputación. Una reputación positiva puede mejorar la confianza entre los públicos de interés.

Gestiona las crisis. Ayuda a las organizaciones a responder con eficacia, controlar la narrativa y minimizar el daño a la reputación de la marca.

Crea relaciones con los medios. El PR es el experto en generar y mantener las relaciones con los periodistas y medios de comunicación. Facilitan una cobertura mediática positiva, garantizando que el mensaje llegue a sus públicos.

Aborda a los líderes de opinión: estos son la piedra angular de la comunicación corporativa para capitalizar su influencia y credibilidad en favor de la empresa.

Conecta con los públicos de interés: una comunicación eficaz con estos grupos puede fomentar la lealtad y el apoyo.

Posiciona la marca y sus mensajes: se asegura de que los mensajes concuerden con los valores de la empresa y lleguen a su público objetivo.

Prepara para las crisis: elaborar manuales y planes de comunicación de crisis, realizar evaluaciones de riesgos y entrenar a los colaboradores para que respondan adecuada y oportunamente durante incidentes o crisis, es la función.

Asuntos gubernamentales y normativos: la labor es abogar por políticas o normativas que beneficien a la organización, así como ayudar a las organizaciones a superar los retos normativos y legislativos.

Compromiso con la comunidad: a través de las relaciones públicas es posible gestionar y comunicar las iniciativas de responsabilidad social que implementan las empresas.

Medios sociales y presencia en línea: en la era digital, el deber es gestionar la presencia en línea y las cuentas en redes sociales de una organización, así como garantizar la coherencia de los mensajes.

Voceros habilitados: la cara humana de la empresa debe tener el entrenamiento de voceros adecuado para saber qué y cómo decirlo, para conectar con su audiencia.

Así, una estrategia de relaciones públicas bien ejecutada, alineada a los objetivos de la comunicación corporativa, puede contribuir al éxito, el crecimiento y la sostenibilidad de una organización frente a los retos.

Es importante considerar que, ante la revolución tecnológica actual, la forma en que vivimos, trabajamos y nos relacionamos está planteando nuevas formas y procesos, sin embargo, la reputación es y seguirá siendo el activo más importante para la sostenibilidad de las empresas. Por lo tanto, la comunicación corporativa se vuelve un eje transversal.

Por Liz Castellanos

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Liz Castellanos